La resina de CBD, también conocida como hachís o polen, es uno de los productos derivados del cáñamo más populares. Sin embargo, a menudo no se entiende bien cómo se elabora. En CBDSOL, queremos que descubras los diferentes procesos que utilizamos para crear una resina de calidad excepcional. En este artículo, le revelamos tres métodos principales para producir este preciado concentrado.
Tamizado en seco: una tradición probada
El método de tamizado, o tamizado en seco, es muy utilizado en el mundo de la producción de resina de CBD. Consiste en separar los tricomas, ricos en cannabinoides y terpenos, del resto de la planta. Para ello, se utiliza un bol cubierto con una tela fina o un tamiz.
Las flores se colocan en el tamiz y, a continuación, se cierra el cuenco con plástico para evitar que se pierdan. Los tricomas se eliminan golpeando suavemente la parte superior del cuenco con palillos. A continuación, el kief recogido se prensa durante varios minutos para obtener una textura homogénea. Esta etapa puede durar varios días para afinar la calidad de la resina obtenida. Se conservará perfectamente durante muchos años si se almacena en un lugar fresco y oscuro.
Ice-o-Lator: el arte de la extracción en frío
A diferencia del tamizado en seco, que utiliza calor, el método Ice-o-Lator utiliza el frío para extraer los tricomas. Primero se congelan las flores durante 48 horas antes de sumergirlas en un recipiente lleno de agua helada. Esta acción hace que los tricomas se contraigan, lo que facilita su desprendimiento de las flores.
A continuación, se utiliza una batidora, un burbujeador o incluso un taladro para agitar todo junto durante unos 5 a 15 minutos. A continuación, la sustancia resultante se pasa por varios tamices diseñados para separar los tricomas del resto de la planta y del agua. Una vez secada al aire, siempre al abrigo de la luz y el calor, la resina obtenida puede conservarse durante muchos años.
Laminado a mano: una técnica tradicional
El laminado a mano es un método menos común pero igualmente fascinante. Requiere paciencia y habilidad. Esta técnica consiste en frotar las flores entre las manos para recoger las glándulas de resina pegadas a la piel. Las pequeñas cantidades recogidas se convierten en una bola para crear la resina CBD.
Este método tradicional requiere manos limpias y secas. Permite experimentar plenamente el proceso y saborear los frutos del trabajo. Aunque es más difícil y menos productivo que otras técnicas, ofrece una experiencia única y auténtica.
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